7 de mayo de 2020

Bizcocho de nata con fresas.



Para no perder la costumbre hoy repito con receta de bizcocho, en esta ocasión no es tan ligero como la receta anterior, el bizcocho de claras, pero os puedo decir que es uno de los bizcochos más ricos y jugosos que he probado. Este bizcocho de nata con fresas lo llevo haciendo desde hace tiempo porque me encanta el sabor y la jugosidad que le aporta la nata, el añadido de fresas ya lo hace espectacular, pero puedes usar otro tipo de fruta como melocotón o cerezas.


Aprovechando que ahora las fresas están maduras lo he vuelto a repetir dos veces en poco tiempo, uno se quedo en casa y el otro lo lleve al hospital y fue todo un éxito aunque le añadí una ganache de chocolate que para mi gusto no necesita porque me atrevería a decir que le robo protagonismo al sabor tiene el bizcocho. Con esto os quiero decir que este bizcocho de nata y fresas no necesita nada más, como mucho se puede espolvorear de azúcar glas, pero no le pongáis ni glaseado ni nada porque de verdad que no necesita nada más.


Bizcocho de nata con fresas


Bizcocho súper jugoso


Ya veis que queda una miga densa pero ultra jugosa, el sabor es indescriptible y es que nata y mantequilla ya os imagináis el sabor tan increíble que le aporta.

Una vez más me he animado y he grabado la vídeo receta y aunque no veréis el corte en el vídeo ya que como os digo ese bizcocho me lo lleve al hospital, podéis ver en las fotos como es su miga, ya que el que deje en casa sí que me permitió fotografiarlo.




Lo he horneado en un molde de silicona que tengo desde hace tiempo, es de la marca Silikomart y lo podéis encontrar en Amazon a un precio muy bueno, no llega a los 20 euros. Os aconsejo que cuando uséis un molde de silicona, aunque sea de aro, a la hora de hornearlo es mejor ponerlo sobre la bandeja del horno, como veréis en el vídeo, ya que sí lo colocáis sobre la rejilla correréis el riesgo de que se deforme el molde.


Una vez que lo sacamos del horno, hay que dejarlo reposar sobre la rejilla y no desmoldar de momento sino que lo dejaremos alrededor de 30 minutos, cuando podamos tocar el molde sin quemarnos. Sí lo intentáis desmoldar antes, puede que se os quede pegado al molde.


Los moldes de silicona no necesitan ser engrasados salvo en su primer uso, pero de todos modos sí queréis hacerlo tampoco pasa nada, yo nunca los engraso y no he tenido nunca problema al desmoldar.



Las fresas las lavaremos bien antes de usar, cortando luego el pedúnculo y yo lo que hago es que las dejo sobre papel de cocina para retirar el exceso de humedad para que esto no influya en el resultado final del bizcocho haciendo que este quede con una miga excesivamente densa.


Lo he aromatizado con pasta de vainilla que a mi personalmente me encanta el sabor que le aporta a las masas pero es un ingrediente que se puede omitir sin problema aunque ya os digo que una vez que os acostumbráis a su sabor ya no vais a poder prescindir de ese ingrediente, y aunque no es barato, cunde mucho y dura mucho, hay que conservarlo en la nevera una vez que lo hayáis abierto. También se puede usar extracto de vainilla o las semillas de una vaina de vainilla.



Espero que os guste la receta de hoy tanto como a nosotros, la verdad es que esta receta tenía que haber formado parte de mi ebook "Mis bizcochos preferidos" porque sin duda lo es pero me olvidé por completo de ella, pero bueno aquí la tenéis para que la podáis disfrutar también vosotros.

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Te dejo la receta escrita por sí quieres imprimirla o para que la puedas leer con tranquilidad, y el enlace a la vídeo receta para que puedas ver todo el proceso. 




Bizcocho de nata con fresas


Ingredientes:

  • 190 gr de mantequilla punto pomada.
  • 150 gr de azúcar blanco.
  • 150 gr de azúcar moreno.
  • 4 huevos tamaño L.
  • 1 cucharadita de pasta de vainilla.
  • 200 ml de nata 35% m.g. (crema o chantilly)
  • 260 gr de fresas troceadas.
  • 300 gr de harina todo uso.
  • 12 gr de levadura en polvo o polvo de hornear.

Elaboración:
  1. Precalentar el horno a 180 grados con calor arriba y abajo.
  2. Lavar las fresas con el pedúnculo. Secar con papel de cocina. Retirar el pedúnculo y cortar en trozos pequeños. Reservar.
  3. Tamizar la harina con la levadura. Reservar.
  4. Batir la mantequilla con los dos tipos de azúcar a velocidad media-alta durante aproximadamente 3 minutos, hasta obtener una masa suave y esponjosa. Sí fuera necesario rebañar las paredes del bol y seguir batiendo.
  5. Agregar los huevos de uno en uno, batiendo tras cada adicción. Incorporar la pasta de vainilla y la nata. Mezclar hasta que se integren.
  6. Añadir la harina con la levadura en dos veces, mezclando lo justo para que se integre.
  7. Incorporar las fresas y mezclar con la ayuda de una espátula de silicona.
  8. Verter la mezcla en el molde e introducir en la zona central del horno y sobre la bandeja.
  9. Hornear durante 60 minutos o hasta que al introducir una brocheta esta salga limpia.
  10. Sacar del horno y dejar que enfríe sobre una rejilla. Desmoldar cuando al tacto el molde esté frío ( de 30 minutos a una hora). Dejar que termine de enfriar sobre la rejilla.

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