Llevo unas semanas que no paro de publicar recetas de bizcochos, y ya va siendo hora de cambiar un poco, aunque seguimos con receta dulce, que tengo que hacer honor al nombre del blog. La receta de hoy es una Tarta de queso con leche condensada que he cubierto de mermelada casera de fresa, aunque se puede tomar sin mermenlada, espolvoreando de azúcar glass, o sin nada. Y por supuesto si le poneís mermelada que sea la que más os guste aunque a mi personalmente para las tartas de queso me gusta la de fresa, mora o frutas del bosque.
Tarta de queso y leche condensada
La única pega que le pongo a este Cheesecake es que vais a tener que encender el horno, pero prometo empezar a publicar postres sin horno muy pronto.
Ya veis que no lleva nada de azúcar, ni falta que le hace porque lleva un bote de leche condensada y no necesita nada más, y si además le poneís mermelada por encima, menos aún. De todos modos ya os adelanto que no sale más dulzona que una tarta con azúcar, que hay veces que leemos leche condensada y salimos corriendo pensando que va a ser muy empalagosa.
Para las tartas de queso siempre uso moldes redondos desmoldables, y dependiendo de como os gusten de altas podéis usar de 15 cm o 20 cm como el que yo he usado, más grande no lo recomiendo ya que entonces os saldrá una tarta excesivamente fina.
El molde que he usado es el Push Pan que ya os he recomendado más veces por varios motivos: es totalmente estanco, por lo que sirve para cualquier tipo de masa, más o menos líquida, es antiadherente, aunque os recomiendo engrasarlo siempre, y porque se desmolda que da gusto, ya os lo enseñe en le bizcocho de leche evaporada. Y algo muy importante, está fenomenal de precio, aunque dependerá del tamaño y de si el alto o bajo, pero ya os digo que están al alcance de cualquier bolsillo. Sirven para tartas dulces y saladas y para bizcochos. Yo los compro en Claudia&Julia y en Amazon
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Ya veis que tenéis donde elegir, pero podéis ver muchas más recetas de tarta y otros sabores pinchando aquí
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Espero que os haya gustado la receta de hoy. Nos vemos muy pronto!!
Besos
Tarta de queso y leche condensada
Ingredientes: (molde redondo desmoldable de 20 cm de diámetro)
Para la base:
- 160 gr de galletas (avena, chiquilin, maría...)
- 80 gr de mantequilla
Para el relleno:
- 3 huevos medianos
- 1 bote pequeño de leche condensada (400 gr aproximadamente)
- 1 yogur natural sin azúcar (125 gr)
- 140 gr de queso fresco tipo Burgos
- 1 cucharadita de extracto o pasta de vainilla
- 2 cucharadas soperas de harina.
Para la cobertura:
- Mermelada al gusto, yo he usado de fresa
Elaboración:
- Triturar las galletas con un robot de cocina o usando una bolsa de congelación y pasando un rodillo por encima.
- Fundir la mantequilla en el microondas durante unos segundos.
- Mezclar ambos ingredientes y cubrir la superficie de un molde de aro desmoldable de 20 cm de diámetro o similar. Para que la superficie quede lisa, puedes nivelarla con la base de un vaso.
- Introducir el molde en la nevera o en el congelador mientras preparas el relleno.
Relleno:
- Precalentar el horno a 170 grados con calor arriba y abajo.
- Triturar el queso fresco con un tenedor o con la batidora.
- Batir los huevos con unas varillas hasta que espumen.
- Agregar el resto de ingredientes y batir con unas varillas o con una batidora hasta que todos los ingredientes estén completamente integrados.
- Sacar el molde de la nevera y verter la mezcla sobre la base de galletas.
- Introducir el molde en la zona central del horno y hornear 50 minutos aproximadamente o hasta que esté cuajado.
- Sacar del horno y dejar que enfríe sobre una rejilla.
- Desmoldar cuando haya enfriado por completo. Sí usas el molde Push Pan. colocar sobre un vaso o taza y presionar los laterales hacia abajo para desmoldar.
- Cubrir la superficie de la tarta con mermelada al gusto.
- Esta tarta se debe conservar en la nevera. Mejora con el reposo, por lo que es mejor hacerla el día anterior a su degustación.
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