Seguramente pensareis, por el
nombre de la receta, que se trata de un postre, pues no es así, en realidad se
trata de un entrante.
Es una receta muy rica para el
buen tiempo porque se toma en frio, y se hace rápidamente. Lo que yo hago es
dejar todos los ingredientes en la nevera
y montarla en el último momento para que no se ponga fea la mahonesa,
además ocupa mucho espacio en la nevera. Aun así los que sobran los tapo con
papel albal y nos lo tomamos al día siguiente.
El contraste de sabores es
riquísimo, si no decís lo que lleva, mejor, primero que lo prueben y después
dais la receta.
Os animo a que la hagáis porque
aunque parezca una mezcla un poco rara están superbuenos. Ah! La receta es de
mi madre y la hacemos para el día de su
santo en agosto, nos juntamos un montón
y es muy socorrida.
1 lata grande de melocotón en
almíbar
1 lata de atún
1 cebolleta pequeña
3 cucharadas soperas de mahonesa
o al gusto.
Preparación:
Como ya dije más arriba, lo ideal
es tener las latas en la nevera para que estén los ingredientes bien fríos.
Lo primero es sacar los
melocotones de la lata y escurrirlos bien del almíbar, los podéis poner en el
escurridor de la verdura y luego dejarlos sobre papel de cocina.
Mientras sueltan todo el almíbar,
preparamos la cebolleta, si no tenéis cebolleta pues usáis cebolla pero la cebolleta es más dulce y salen mejor.
En un plato desmenuzáis bien el atún,
escurrido previamente del aceite, y lo mezcláis con la cebolleta y la mahonesa.
Yo os he puesto 3 cucharadas pero podéis ponerle más o menos, al gusto de cada
uno, eso sí, sin pasarse para que no esté muy empalagoso.
Y el paso final, rellenar los
melocotones. Los colocáis boca arriba en la bandeja que los vayáis a servir
y vais rellenando el huequecito con la
mezcla que habíamos preparado. Por último los podéis adornar con una hojita de
menta, albahaca o perejil.
Lo ideal es utilizar melocotones
que no sean muy grandes, quedan más bonitos y el que quiera puede repetir.
No hay comentarios:
Publicar un comentario