Hace mucho tiempo que quería hacer queso fresco, y por fin ha llegado el día. En casa solo lo comemos mi marido y yo por lo que he hecho tan solo un litro de leche, pero se pueden doblar las cantidades, es más, la receta original que es de Sweet and Sour, es con el doble de cantidades. Como no sabía si me saldría bien y además temía estar comiendo queso a todas horas, he hecho justo la mitad.
Para ser sincera, me esperaba otra cosa, no sé si es por la leche que he usado que aunque era fresca es del supermercado o porque se me fue un poco la mano con el limón. El caso es que la textura no nos ha gustado mucho, puede que sea porque le retire mucho suero y quedo algo seco. El caso es que me he quitado la espinita de hacer mi propio queso, pero dudo que vuelva a repetirlo, la verdad.
La forma semiesférica es por el molde que he usado, de silicona, que ya lo use en la semiesfera de queso con nueces y pistachos. Podéis usar cualquier otro, por ejemplo los moldes de aluminio que se usan para el flan.
Es verdad que es un queso algo insulso, pero es que el queso fresco es así!! Pero eso lo he arreglado yo con una buena cucharada de mermelada de frambuesa con pétalos de rosa y pimienta de Sichuan de Can Bech, especial para quesos frescos y tiernos. Es una mermelada que pertenece a la colección Just for cheese, maridaje de autor para quesos. También he probado la de higos negros con nueces de macadamia de Australia y pimienta de Jamaica con un queso azul que me regalaron mis tíos estas navidades y esta deliciosa. Aun tengo que probar la de melocotón y albaricoque con bayas de Gogi y cardamomo de Guatemala especial para quesos de pasta blanda y corteza enmohecida, la de manzana golden caramelizada con pistachos tiernos de Turquía y canela de Sri Lanka para quesos de pasta dura y la de uvas negras con almendra laminada de Mallorca para quesos de corteza lavada. Estoy deseando probarlas, y con lo quesera que soy me voy a poner las botas!!