Como me gusta el verano, sobre todo el mes de junio, los días tan largos, la temperatura es ideal, al menos en Almería. Me encantaría disfrutar de este clima durante todo el año, pero la realidad es que ahora mismo las temperaturas siguen siendo algo elevadas y lo de encender el horno puede que se nos haga cuesta arriba.
Cuando horneo en verano, porque aunque es verdad que lo hago con menos frecuencia, algún bizcocho suele caer y de hacer pan no me libro porque en casa nos hemos acostumbrado al pan casero y la verdad es que lo hago gustosamente. Así que aprovecho las primeras horas del día para encender el horno y así es más llevadero.
Todo este rollo que me he marcado es para deciros que este pastel lo veo perfecto para llevarlo a la piscina o a la playa o para poner en una cena de picoteo junto con otras cositas.
Pastel de jamón york y queso raclette
El queso raclette nos encanta en casa y aunque siempre lo uso para hacer Raclette, cuando vi esta receta en uno de mis libros de cabecera de recetas saladas, no pude evitar hacerlo.
El queso raclette es un queso suizo que se usa para hacer Raclette, que es algo parecido a una fondie de queso. Este aparato lleva unas bandejitas donde colocas la loncha de queso para que se funda y luego se acompaña de pepinillos, cebollitas agridulces... En casa la conocemos desde hace más de 30 años gracias a una vecina con familia en Suiza. Ella nos trajo la Raclette y nos surtía de queso ya que en España, en aquella época era imposible encontrarlo en los comercios.
Hoy en día lo tenéis en muchos supermercados, yo lo he visto en Carrefour y en Mercadona. Y el aparato para hacer raclette, que lleva el mismo nombre que el queso, lo suelen traer de vez en cuando a Lidl, en Amazon también lo tienen aunque algo más caro.